Juicio Final
Obra de Miguel Ángel
Fecha ( 1537-1541 )
Este magnífico cuadro fue encargado por Clemente VII a Miguel Ángel para que lo pintase en los dos frescos de la Capilla Sixtina. En la pared donde se encuentra el altar pintó el Juicio Final y en la pared de enfrente, la Resurrección. Cuando Clemente VII muere, el proyecto se ve aplazado hasta que es retomado por Paulo III.
El tema es la segunda llegada de Cristo, la resurrección de los muertos y el juicio final, tal como lo relaciona el Apocalipsis de San Juan. Todo esto se representa en una cuadro, que tiene cerca de 400 figuras.
El tema es la segunda llegada de Cristo, la resurrección de los muertos y el juicio final, tal como lo relaciona el Apocalipsis de San Juan. Todo esto se representa en una cuadro, que tiene cerca de 400 figuras.
Cristo con la mano levantada condena a los pecadores, con su llegada toda la humanidad se pone en movimiento.
Sobre él, ángeles sin alas con los símbolos de la pasión casi como invocando venganza. Abajo, a la izquierda los muertos resucitan, los esqueletos se van desprendiendo de sus sudarios; sobre ellos los bienaventurados ascienden con esfuerzo. Más arriba sobre las nubes, se encuentran los bienaventurados que ya alcanzaron su destino antes de la redención.
Sobre él, ángeles sin alas con los símbolos de la pasión casi como invocando venganza. Abajo, a la izquierda los muertos resucitan, los esqueletos se van desprendiendo de sus sudarios; sobre ellos los bienaventurados ascienden con esfuerzo. Más arriba sobre las nubes, se encuentran los bienaventurados que ya alcanzaron su destino antes de la redención.
En los pliegues de la piel que lleva san Bartolomé se ha querido ver un autorretrato de Miguel Angel.
A la derecha, los condenados se despeñan, se reconoce a dos personajes extraídos del Infierno de Dante: el rey Minos rodeado por la serpiente y a Caronte, barquero del infierno.
La Virgen, se encuentra con un gesto de pudor, amor y de dolor, al lado de su hijo.
En conjunto las figuras están en cuatro líneas de composición, aunque desarticuladas, apoyadas en la tierra y en nubes, otros cuerpos en vuelo en un fondo plano.
Tras el concilio de Trento se cubrieron las desnudeces, trabajo encargado a Volterra que se ganó el mote de il braghettone.
Tras el concilio de Trento se cubrieron las desnudeces, trabajo encargado a Volterra que se ganó el mote de il braghettone.
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